Simon Serrailler, un atractivo inspector cuya frialdad e introversión lo convirtieron en el rompecorazones del pueblito inglés de Lafferton, parece haber dado con la horma de su zapato y, contradiciendo los rumores acerca de su homosexualidad, el objeto de sus deseos es nada menos que una afable y misteriosa monja pelirroja. Sin embargo, poco tiempo tendrá Simon para los escarceos amorosos: el secuestro y desaparición de un niño, y un marido al que la reciente viudez parece haber trastornado por completo, convierten la pequeña comisaría de Lafferton en un polvorín a punto de estallar.
Susan Hill demuestra que su talento está por encima de cuestiones de género, es una gran novelista capaz de aunar en una misma historia una galería de personajes perfectamente trazados y de gran calado, una apasionante historia detectivesca y una colorista recreación del microcosmos de una pequeña ciudad de la campiña inglesa.
