Largas y oscuras noches en el Conurbano
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- Rodrigo Fernandez
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"Ser cobarde es una miseria íntima que cotiza muy bajo en el mercado de la calle", escribe en las primeras páginas Germán Maggiori y es una frase que resonará durante toda la novela. Una novela donde lo marginal se vuelve poético y la poesía deviene en puteada, en "falopa", en "fierros". Maggiori escribe como Alí boxeaba: "picando" de vez en cuando al lector para tenerlo atento.
"Entre hombres" comienza bien fuerte, como una trompada directo a la cara. Dos travestis y una prostituta son invitados a participar en una orgía con un juez federal, un senador nacional y un ejecutivo de un importante banco. Droga, sexo de diferentes estilos y una cámara escondida detrás de un espejo. Un video se ha perdido y ¿quién lo tendrá? Eso parecen preguntarse la policía, federales y bonaerenses, y los servicios de inteligencia que buscan recuperarlo rápidamente y para ello no escatimaran esfuerzos. El Mostro Garmendia, el ex torturador con la mitad de la cara quemada, y Almada, formal y metódico, serán los policías bonaerenses encargados de encarar la búsqueda protegidos por una red corrupción que alcanza todos los niveles.
En medio de todo quedan el Muerto, Brandon, Camaleón y el gordo Kingo, quienes pasan sus noches y días a bordo de un Torino con más kilómetros recorridos que ya no quedan registrados en el contador. Todos comparten la pasión por la drogas, el alcohol, los cabarets y "el club de amigos del Fernet", su lugar en el mundo. Detrás de todo corre la historia de Mosca y el Zurdo, ladrones de todo lo que se pueda, transas, fierreros y violentos. Ambos siguen el férreo código carcelario que les inculcó "El Laucha" Gómez: "El éxito es hijo de la preocupación, la desgracia es hija de la imprudencia y la boludez es huérfana". Y aunque todo parezca salirse de los carriles correspondientes, todo confluye en un punto: un video donde tres hombres importantes y poderosos participan en una orgía donde todo vale.
Por momentos la novela transita el camino de la violencia gratuita, banal, pero nunca deja el humor de lado. Como las anécdotas de Kingo o su argumento acerca de la maldad de Hitler.
"La vida hay que tomarla como una película, no como un libro. Hay que estar todo el tiempo en movimiento. La acción es lo único que no hay que perder ni por un segundo", dice Camaleón, y Maggiori cumple al pie de la letra con la premisa y no deja que el lector recupere al aliento para otra vez volver a golpear directo a la mandíbula. Negra como la vida misma. Así es "Entre hombres".
rfernandez@elpopular.com.ar
Fuente: http://www.elpopular.com.ar/eimpresa/173441/largas-y-oscuras-noches-en-el-conurbano