El amor es una desgracia

Periodista:: Patricio Zunini
Publicada en:
Fecha de la publicación:: 31/03/2014
País de la publicación:

Tras la publicación de Que empiece la fiesta y Tú y yo, la editorial Anagrama ha emprendido la saludable tarea de editar las novelas anteriores de Niccolò Ammaniti: primero con No tengo miedo (que fue traducida a más de 40 idiomas y fue llevada al cine con el título “El secreto” por Gabriele Salvatores, con guión del propio Ammaniti); hace unos pocos meses ha sumado al catálogo Te llevaré conmigo.

Ammaniti tiene un sello reconocible. Sus historias, que se mueven en diferentes géneros y registros, comienzan con cierta comicidad pero van decantando hacia lo dramático hasta volverse sombrías. Como en una novela decimonónica, aparecen muchos personajes que le dan complejidad y relieve a una trama aparentemente sencilla. Te llevaré contigo desarrolla varios temas, pero el principal habla del amor. Y en la mirada de Ammaniti, el amor es una desgracia.

Gloria es hija única, su padre es director de un banco, es inteligente, atractiva, segura, desenvuelta. Pietro es el hijo menor de un pastor que sufre con frecuencia ataques de ira (hay una escena hilarante en la que tira con una catapulta un burro a la casa del vecino), es retraído, irresoluto. Pietro y Gloria vienen de mundos diferentes pero son amigos desde hace años, cursan el mismo año en el colegio. Y la relación que tienen está a punto de subir un nivel.

Graziano Biglia es un guitarrista de poca monta que ha conseguido escapar de la vida provinciana de ese pueblito perdido que, aunque cerca del mar, ni playa tiene. La juventud empezó a escapársele sin que él lo reconozca (se tiñe el pelo): viaja por el Caribe tocando canciones de los Gipsy Kings, vive en bares y nunca rehúsa acostarse con una ocasional gruppie. Pero entonces se topa con una romanita ambiciosa, se enamora perdidamente de ella y eso le altera todos sus planes. Aparece la nostalgia, las ganas de volver a ver a su madre, de sentar cabeza. Fantasea con el regreso triunfal. Le dice a sus viejos amigos que va a casarse con esa chica joven y hermosa, pero entonces ella lo abandona. Es aquí cuando entra en escena Flora. Flora Palmieri, una mujer tan hermosa como reprimida, a la postre profesora de Pietro y Gloria, se convierte en la vía de Graziano para escapar de las burlas: si consigue seducirla a tiempo, los amigos se olvidarán del matrimonio fallido.

Ammaniti es un narrador eficaz. Sabe cómo mover los hilos de sus personajes y de los lectores. Nos cuenta una historia, nos reímos y entonces algo pasa, encaja un golpe, primero un suave, luego otros más fuertes, y al rato no estamos preguntando de qué mierda nos reímos. La historia de Pietro y Gloria comienza como una novela de aprendizaje; la historia de Graziano y Flora como una novela romántica. Ambas terminan en tragedia. Y, como en toda tragedia, el destino que no se tuerce termina perjudicando a los pobres y a los débiles.