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Carlos Burgueño: “Pagar 1.330 millones de dólares al contado es un suicidio”

Periodista:
Marina Cavaletti
Publicada en:
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La deuda desde la dictadura a De la Rúa y la actualidad, ¿podrá la Argentina evitar el default?¿En manos de quién está la deuda argentina?

Acá hay que distinguir, fundamentalmente, a un inversor, alguien que compró una acción, que compró de la Argentina en el 2001 de buena fe y esperaba una tasa de interés, de retorno, como puede esperar en cualquier otra opción de cualquier mercado de capitales, de cualquier país del mundo. Finalmente esa deuda cayó en default por la crisis argentina en el 2001 y la Argentina no pudo pagar la deuda, entró a una reestructuración y pudo haber aceptado entrar o no. Y si no aceptó, pudo haber elegido hacer un juicio. En definitiva, estamos hablando de un inversor, más o menos serio, más o menos conservador, más o menos especulador, pero un inversor.

El fondo buitre es otra cosa: es un fondo de inversión que compra deuda cuando sabe que el país no va a poder pagar su deuda y va a entrar en default. El fondo buitre compra deuda cuando el país entró en default o minutos antes de entrar en default. Y cuando compra esa deuda, no está buscando una tasa de interés, una rentabilidad, sino precisamente esperar que el país caiga en default, lance una reestructuración de deuda, no aceptar ese plan de pagos e ir a litigar en los tribunales.
Cuando están litigando en los tribunales, en general, presionan para una negociación para sacar la mejor tajada posible. Antes de la Argentina, habían hecho negocios de ese tipo con Nicaragua, con El Salvador, con Perú, con Brasil, con Rusia, con Turkmenistán, etcétera. A la Argentina le tocó en el 2001. La diferencia con otros países es que la Argentina llevó a los fondos buitre a un juicio que terminó el lunes de esta semana y terminó mal para la Argentina.

¿La cuestión podría haberse manejado de otra manera?

El juicio, evidentemente iba a ser negativo para el país, porque la Justicia de los Estados Unidos, en todas sus instancias, respetó el principio de que los contratos se cumplen. Ese fue el criterio con el que falló Thomas Griesa en primera instancia, la Cámara de Apelaciones de Nueva York en segunda y los jueces de la Corte Suprema al rechazar la apelación en tercera instancia. En definitiva, el resultado hubiera sido el mismo cualquier hubiera sido la estrategia. Lo que sí creo es que hubo momentos en que, desde el gobierno argentino, se les envió señales muy negativas a los jueces de Estados Unidos, al decir desde tribunas políticas que no se iba a aceptar el fallo de la justicia si era negativo. Decir “no le vamos a pagar un dólar a los fondos buitre” era decir “no vamos a acatar el fallo de la justicia” Y eso ante un juez, le hizo muy mal al país en cuanto a que se escuchen los argumentos de la Argentina. Eso, además quedó por escrito en los fallos de los jueces de los Estados Unidos. Ese creo que fue un error político importante.

¿Piensa que el gobierno tuvo una actitud de provocación respecto de los tribunales de Estados Unidos?

Sí. Y esto se notó no sé si en los fallos, no sé si hubieran cambiado los fallos, pero sí en los escritos. Sobre todo en el momento de pedir cierta consideración, el hecho de haber impuesto este tipo de criterios o de haber hecho algunos mensajes de barricada en Argentina, en contra de las decisiones de los jueces, antes de que las tomen, fue negativo, fue un error político.

El exsecretario de finanzas, Guillermo Nielsen, dijo que había una especie de fatiga respecto de la Argentina ¿cree que esto es así? ¿se podía resolver la cuestión por una vía más diplomática?

No. Los fondos buitre nunca hubieran aceptado. Como no entraron al canje y la Argentina no podía ofrecer más de lo que el canje decía, los buitres nunca se hubieran sentado a negociar. En ese sentido, no estoy de acuerdo. Y si hay fatiga con la Argentina en los tribunales de Estados Unidos, que la haya. La Argentina hizo su juego en este sentido, que es extender al máximo la duración de este juicio hasta el límite, que tendría que haber sido enero del 2015, cuando caía la cláusula Rufo. Esa era la estrategia de la Argentina al saber que ya el juicio venía mal barajado.

¿Con este fallo se podría activar la cláusula Rufo, que pone en igualdad de condiciones a todos los bonistas?

Claro, ese es el problema que tiene la Argentina ahora: la cláusula Rufo. Si el país le paga a los fondos buitres o a los holdout cualquier peso demás, por encima del canje de deuda, lo mismo se lo tiene que dar a los que entraron al canje. Eso es lo que complica la situación, porque si no la Argentina hubiera negociado con los fondos buitre directamente la emisión de un bono y no lo hizo por esto, por la cláusula Rufo. Ahora faltan seis meses para el año que viene y son seis meses cruciales. Es un juicio que se cae seis meses antes de terminar.

¿Por qué no se llegó a una negociación con el 100% de los bonistas para hacer el canje?

Porque los fondos buitre no negocian quitas de canje, quieren el 100%. Entonces nunca van a aceptar una reestructuración de deuda con una quita, porque saben que después en la justicia, y ahora lo saben más que nunca, pueden obtener el 100% o en una negociación pueden obtener una tajada mayor. Antes de la Argentina hicieron una operación similar en Perú, en Brasil, etcétera. Y obtuvieron más dinero que los que entraron al canje. Intentaron lo mismo con Argentina y, hasta ahora, tienen fallos a favor.

Este fallo pone en duda el mecanismo de negociación de las deudas soberanas. Muchas voces afirman que gran parte de la deuda argentina se contrajo en épocas no democráticas y por tanto rozaría la ilegalidad ¿cuál es su criterio en este sentido?

La deuda argentina es legal desde el punto de vista de que los gobiernos la asumen como tal. Ahora, cuál fue el origen de la deuda ya es tarde para discutirlo, porque gobiernos democráticos avalaron la deuda tomada por gobiernos dictatoriales. El momento de plantearlo era en el 83, el 84 o el 85. Pero cuando un gobierno acepta como propia del país, deuda que tomaron gobiernos militares, ya no hay nada para criticarse.
El megacanje, que son los bonos que entraron en default y los que generaron todo este lío con los fondos buitre, fue deuda de un gobierno democrático, del de Fernando De la Rúa. Nada para protestar por ese lado, por la legalidad o ilegalidad de la deuda. La deuda es legal en cuanto un gobierno democrático la asume como tal.

Existe entonces un mecanismo de la economía actual, donde hay fondos, holding que se plantean simplemente vaciar países para generar ganancia ¿Qué está en discusión cuando se trata de pagar o no?, ¿está en discusión la soberanía?

Ahora, la discusión terminó a partir de que hay un fallo negativo. Y la Argentina, aceptó ir a un juicio. Ahora no se puede discutir si estuvo bien o mal ir a un juicio reconociendo la alternativa de perder. Hoy la discusión es: te sentás a negociar o no con los fondos buitres. Les ofrecés algo, arrancamos una negociación o no. Esa es la decisión que el Gobierno debe tomar con toda la clase política argentina. Ese es el punto, esa es la discusión.

Si existiera una instancia de diálogo, ¿sería posible no ir al default?

Eso depende del juez Griesa. El tema del default es una cuestión que hay que hablar con Griesa y hay que ver si acepta o no una instancia negociadora. Si no la acepta, yo soy de la idea de que la soberanía es la soberanía, y la Argentina es un país soberano y no tiene por qué auto someterse a que le embarguen el pago de la deuda cuando el país quiere pagar. Está en cuestionamiento en estos días si pagar en Buenos Aires o no. Yo creo que se puede pagar en Buenos Aires.
El ministro de Economía Axel Kiciloff dio un discurso sobre el tema y, entre otras cosas, dijo “Si una sentencia nos dice que nos suicidemos, no podemos aceptarlo”. ¿Considera que la sentencia sería un suicidio para la Argentina?
Ahí coincido con el ministro de Economía. Pagar 1.330 millones de dólares al contado, como dice Griesa, es un suicidio, es suicidarse económicamente. Y no es una cuestión de Cristina Fernández de Kirchner o de Mauricio Macri o de cualquiera que en el futuro sea presidente. Ninguno lo podría hacer. Ninguno puede ir y pagar cash. No se puede.
Lo que se puede llegar a hacer o pensar es negociar con los fondos buitre la posibilidad de emitir deuda a larguísimo plazo y pagar con ese bono. Yo creo que los fondos buitre son buenos negociadores, saben que la Argentina no les va a pagar 1.330 millones de dólares cash.

Pagar cash es un suicidio, negociar una alternativa de pago no es un suicidio. Se podría sondear y creo que los fondos buitre estarían dispuestos. El punto es la cláusula Rufo, otra vez. Tiene que ser una negociación que dure hasta el año que viene.

Según esa cláusula, aunque el 92% que aceptó el canje no lo reclame, ¿Argentina estaría obligada a pagar la deuda tal cual se contrajo?

Exactamente. Y eso hay que evitarlo de todas las maneras que nos sean posibles.

El jueves pasado usted publicó un informe periodístico en Ámbito Financiero, donde ratifica un viaje a Nueva York ¿Cree que de este modo se abriría una puerta para negociar?

Sí, es lo que uno de los abogados que representan a la Argentina, Carmine Boccuzzi, le propuso al juez Griesa en la audiencia del miércoles: que van a ir al juzgado de Griesa, en Nueva York, una serie de funcionarios para negociar. Se lo dijo Boccuzzi a Griesa, no es una especulación, es una realidad. Se lo ofrecieron a Griesa.

¿Allí podría estar la solución para evitar el default?

Es una alternativa para negociar. Hay que tener en cuenta que son dos negociaciones diferentes. Una, abrir una negociación primero con los fondos buitre. Y la otra es que el juez Griesa deje pagar la deuda del 30 de junio porque la Argentina está negociando con los fondos buitres. Son dos negociaciones diferentes que van en paralelo.

Cuando Cristina Fernández de Kirchner habló por cadena nacional, dijo que con los buitres parecía una inoculación de aquellos que realmente querían invertir en los países, porque con la especulación la rentabilidad era mucho más alta, ¿piensa que esto, que ya se dio en otros países, no estimula la inversión?

Esto alienta a que cuando un país está en crisis severa y a punto de caer en default, vengan los fondos buitres, compren deuda y ese país no pueda nunca reestructurar su deuda. Contra eso sí. Y sobre todo alienta también contra un negocio extraordinario de Wall Street que es la colocación de deuda soberana de países en desarrollo, como la Argentina, países que no son de los más desarrollados del mundo. Contra eso también atenta y mucho.
Por eso también esto afecta bastante a Wall Street. Más allá de las influencias de lobby que puedan llegar a tener. Hay que hacer una salvedad. Los jueces no se dejaron influenciar por Wall Steet, que jugaba a favor de la Argentina en este tema.

¿Por qué la Presidenta habló de extorsión?

Porque a partir de este fallo se extorsiona al país a pagar al contado o si no, arrojarlo al default. Eso es una extorsión: colocar a país, la Argentina o cualquiera, en esta situación de la espada o la pared, es extorsionar a un país soberano.
También es cierto que la Argentina optó por el camino del juicio, y un juicio que perdió.

¿Está cuestión es propia del sistema o se puede revertir?

Los fondos buitre son los márgenes del sistema, pero dentro de la legalidad. A partir del fallo de la Corte Suprema de Justicia es legal ser un fondo buitre y es legal entonces extorsionar a un país que entró en default. Y eso, para el sistema capitalista es grave. Y sobre esto no es solamente la Argentina la que alertó si no que también lo alertó el Fondo Monetario Internacional, que es la quinta esencia del capitalismo. Alertó sobre esta situación, sobre esto que va a pasar.

¿Cuál sería puntualmente la gravedad?

Que cuando un país soberano toma deuda y como cualquier país soberano, puede en algún momento entrar en crisis y no poder pagar esa deuda, ahora es legal hacer un juicio y exigir que se pague el 100% de esa deuda, con lo cual no habría quitas, no habría procesos de reestructuración de deudas.
Y esa es la consecuencia negativa para el sistema financiero mundial: que ser fondo buitre, a partir de ahora es algo legal, es algo avalado por la justicia.
Eso es contraproducente: la legalización de los aspectos más negativos del sistema capitalista. A partir de ahora, es legal.