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Burgueño: “Los fondos buitre nunca perdieron un juicio”

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En Los Buitres. Historia oculta de la mayor operación financiera contra la Argentina, el periodista económico Carlos Burgueño reconstruyó la dramática disputa del Estado argentino con los acreedores buitre que compraron bonos de la deuda pública, en noviembre de 2001. “Cuando el país estaba a punto de estallar”, recordó Burgueño a Infojus Noticias, en una entrevista en la que repasó la investigación donde volcó más de 25 años de experiencia como periodista y la cobertura que desde el menemismo hizo sobre la convertibilidad, la evolución del endeudamiento, la crisis durante el gobierno de Fernando de la Rúa, los inevitables default y la posterior devaluación, y las estrategias del gobierno nacional hasta hoy.
—Los Buitres es su primer libro. ¿Cómo comenzó este proyecto?
—Trabajo en Ámbito Financiero y venía siguiendo el tema de la deuda de cerca. En noviembre de 2001, llamé a una de mis fuentes habituales en el mercado financiero. Trabajaba en un banco internacional en el microcentro porteño. Desde hace días sus clientes lo presionaban para que vendiera los títulos públicos de la deuda argentina, que les había hecho comprar tiempo antes. Hablamos todos los días, pero ese me contó algo que le llamó la atención. Lo habían llamado del Fondo Elliott, y le ofrecieron comprar, a cualquier precio, los bonos que no estaba logrando vender. Era una venta sin riesgos y como iba a comisión la operación se hizo.
—¿Ese fue el puntapié de Los Buitres?
—Esa fue la primera vez que escuché hablar de los fondos buitres. Cuando mi fuente habló con sus jefes se lo dijeron: “¡Son buitres! Eso quiere decir que ya está, van a caer el default porque solo van donde todo está por estallar. Compraron a 30 dólares cada lámina de 100 dólares, que nadie quería tener.
—¿Entonces decidió empezar la investigación?
—En realidad después seguí el proceso judicial. En agosto de 2008 el juez estadounidenseThomas Poole Griesa abre el caso y lo cubrí para el diario. En el libro hay dos capítulos dedicados al juicio. Después, en 2012, seguí los pormenores del embargo contra la Fragata Sarmiento, que permaneció retenida en Ghana, mientras la mayor parte de la tripulación regresó a Buenos Aires. Ahí tuve una fuente que estaba adentro del barco, que me dio muchos detalles de color y pensé que tenía que escribir el libro sobre esa historia. Pero cuando hablé con el editor de Edhasa, Fernando Fagnani, surgió aquella anécdota y decidimos que tenía que contar quiénes son esos fondos que conocemos como buitres.
—¿Quiénes son?
—Los fondos buitres nacen después del Consenso de Washington, cuando Ronald Reagan y George Bush padre obligan a los países en desarrollo a colocar. Si ves ahora el mapa mundial y algún país está en crisis, ahí están los buitres comprando deuda. En 2001, en el gobierno de Fernando de la Rúa, el ministro Domingo Cavallo, todos estaban contentos porque habían venido, porque iban a comprar.
—¿Perdieron alguna vez en un juicio?
—No, tienen todos los fallos a favor. Pero el caso argentino sentó jurisprudencia. Nunca habían llegado a una segunda instancia, a una Cámara. Y tampoco a una Corte Suprema, o ganaban en primera instancia o lograban una acuerdo extrajudicial (siempre muy favorable para ellos: en Perú ganaron el 400%). Por eso es un caso emblemático para la dinámica financiera mundial y sentó jurisprudencia.
—La figura del juez Griesa cobró trascendencia pública en estos días. ¿Lo conoció en esta investigación?
—Fui a ver dos audiencias de este juicio como público. En realidad hablé con la gente de su despacho y también con periodistas estadounidenses. Es un juez añoso, tenía 84 años cuando salió el libro, tiene una joroba que le molesta y ya se está por jubilar. Apenas se lo escucha cuando habla, con él siempre va un vocero que repite lo que dice. Tampoco da entrevistas al periodismo. Es muy conservador, fue amigo de Nixon. Y se conoce como un juez que “habla por sus sentencias”.
—¿Es verdad o mito que tiene animadversión por cualquier cosa que le recuerde a Argentina?
—En realidad con el gobierno argentino, por este caso. Le molestaron mucho las declaraciones de la presidenta cuestionando el fallo. Pero en realidad son 12 jueces que fallaron contra Argentina. Es Griesa, los 3 jueces de la Cámara y los 8 de la Corte estadounidense que rechazaron intervenir.
—¿Quiénes son los argentinos que participan del expediente que tramitó en el juzgado de Griesa?
—Los argentinos son 15, pero no son fondos buitres. Son argentinos que tenían bonos de la deuda y decidieron no entrar en el canje de deuda. Los buitres vinieron a comprar cuando todo estaba por estallar, compraron cuando todos vendían porque después iban a especular. El fondo buitre invirtió porque se estaba por caer en default. A esto se suman todos los bonistas que ni entraron en el canje de deuda, ni son parte en el juicio de Griesa, que se puede incorporar al reclamo con un simple trámite administrativo (no necesitan hacer un nuevo juicio contra el Estado argentino).