La novela plantea temas muy universales y muy actuales también
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Perla Suez transita con paso certero por el universo literario. Ella puede construir un mundo sencillo y tierno para los niños, o desplegar una historia potente y dura para los adultos. Su arte es la palabra, y es por eso que no sorprende que la escritora cordobesa haya sido distinguida recientemente con el prestigioso premio Sor Juana Inés de la Cruz en el marco de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.
Su novela “El país del diablo”, -una especie de western histórico situado en la región patagónica a mediados del siglo XIX-, se transformó en la elegida del jurado.
Ya de regreso en Córdoba, y con el galardón en sus manos, Suez asegura que fue realmente emocionante obtener este reconocimiento.
- ¿Cómo recibiste la noticia de haber ganado el Sor Juana Inés de la Cruz?
- Fue una emoción muy fuerte, algo impactante y conmovedor. Me costó mucho tomar conciencia de que lo había ganado. Cuando un miembro del jurado me lo confirmó (Antonio Ortuño) tuve que procesarlo lentamente y convencerme de que era así. Fue algo gratificante, y poco a poco fui cayendo en la cuenta de lo que significada.
La ceremonia también fue muy emotiva: la sala llena, gente parada, todo el jurado presidiendo el acto... Una experiencia increíble.
- No debe haber sido nada fácil elaborar el discurso para la ceremonia. Una cosa es escribir y otra muy distinta es hablar ante esa audiencia…
- La verdad es que no fue fácil. Quería agradecer a tanta gente. Intenté romper el hielo contando la anécdota de cómo fue que me enteré de que había ganado el premio.
- Fue una situación bastante graciosa, ¿no?…
- Sí, yo estaba manejando por avenida Castro Barros y atendí una llamada. Los autos comenzaron a tocarme bocina y en un momento un conductor se acercó a mi ventanilla y empezó a decirme de todo. Yo le respondí que tenía razón pero que él no entendía la situación porque no había ganado el premio Sor Juana Inés de la Cruz…
- Seguramente ese hombre no tenía idea de lo que significaba ese premio.
- Calculo que no, de hecho se fue insultándome.Lo bueno fue que esa anécdota rompió el hielo.
Este es un premio muy importante para la lengua española, como también es importante el nombre que lleva porque tiene que ver con todo lo que Sor Juana Inés de la Cruz representó como científica, filósofa y poeta en tiempos oscuros para la mujer.
- ¿Intuías que podías ganar este premio?
- No. Por varias razones. La primera porque sentía que había escrito una novela muy argentina. Cuando mi editora de Edhasa, Gloria Rodrigué, me comentó que entre las producciones de escritoras mujeres que iban a mandar al Sor Juana estaba mi novela “El país del diablo” yo le dije que no la mandara. No solo porque la temática era muy nuestra, sino porque el año anterior ya había ganado una argentina, Inés Fernández Moreno. Me parecía que no iban a premiar nuevamente a alguien del mismo país. Pero ella me dijo que la iba a enviar lo mismo... ¡Por suerte lo hizo!
- Lo que demuestra una vez más que la buena literatura excede a los regionalismos y que es algo universal.
- Cuando leyeron el dictamen dijeron que sintieron a la historia de Lum, la protagonista, muy propia. Eso me conmovió.
La novela plantea temas muy universales y muy actuales también. Habla de esas masas humanas que deben migrar de un lugar a otro, escapando de la guerra, del hambre… Todo eso sigue ocurriendo en el mundo.
- Centrándonos ya en “El país del diablo”. ¿Qué te motivó a escribir esta historia?
- En primer lugar yo sentía la necesidad de documentarme sobre la cultura mapuche araucana. En Chile encontré el testimonio de un cacique mapuche que me contó diferentes aspectos de los ritos de iniciación, me compré un diccionario mapuche, investigué la antropología, cuestiones culturales… La verdad es que leí muchísimo material. Cuando pude incorporar todo eso, recién entonces logré elaborar el personaje de Lum, nombre que significa encuentro entre dos lagunas, algo que tiene mucho que ver con ella porque lleva encima dos culturas. Lum es mitad mapuche y mitad blanca…
Después de una larga investigación recién pude trabajar en la novela.
- “El país del diablo” cuenta la “otra historia” de lo que se conoció como la campaña del desierto.
- Es que yo quería contar la historia de aquellos que habitaban estas tierras cuando llegaron nuestros antepasados. No relatar la historia oficial, esa que nos contaron durante tanto tiempo, sino la otra.