Natu Poblet recomienda "Solar", la última novela de Ian McEwan
- Periodista:
- Natu Poblet
- Publicada en:
- Fecha de la publicación:
- País de la publicación:
Quién podía pensar que el autor de Sábado, novela que hace de la morosidad su mayor virtud, nos iba a entregar una suerte de comedia de enredos, como me atrevo a calificar Solar, su última obra editada.
En el primer párrafo de Solar, Ian McEwan describe así a su protagonista: “Pertenecía a esa clase de hombres vagamente anodinos, a menudo calvos, bajos, gordos, inteligentes, que inexplicablemente atraían a determinadas mujeres hermosas”. Pero hay algo que opera a su favor: el premio Nobel de Física que recibió hace años gracias a completar una teoría anterior de Einstein, llamada en adelante, la Combinación Beard- Einstein. Semejante distinción lo libera de procurar otra cosa que no sea dedicarse a charlas, coloquios, seminarios y todo cuánto puede lograr sin mayor esfuerzo alguien con el prestigio del Nobel. Michael Beard transita su quinto matrimonio, todos ellos salpicados de cantidad de aventuras extra matrimoniales que mantiene cómodamente, con la holgura económica que lo acompaña desde el Premio.
Después de esta presentación, sólo hay que disfrutar y dejarse llevar por la sucesión de historias a cual más extravagante que nos ofrece McEwan a lo largo de la novela.
A finales del siglo XX, cuando las naciones empiezan a comprometerse, aunque sólo fuera retóricamente, en el tema del cambio climático, el gobierno de Blair crea en Inglaterra el Centro de Reading para la investigación básica del fenómeno y quien deviene Director del mismo es naturalmente Beard, ungido con los laureles de Estocolmo. Gracias a este cargo es invitado, junto a una delegación de notables, a visitar el Polo Norte para comprobar “in situ” los efectos del tan mentado calentamiento global. La narración de este viaje es una de las escenas más desopilantes que recuerdo haber leído, sólo comparable a La conjura de los necios de John Kennedy Toole. Cuando digo desopilante, estoy diciendo literalmente, para reírse a carcajadas. Quienes hayan leido La Conjura…sabrán de qué estoy hablando.
La otra escena que merece destacarse como digna de un episodio de cualquier serie norteamericana de médicos forenses, es la confusa muerte del becario Tom Aldous en casa del Nobel, cuando es sorprendido por éste, vistiendo su propia salida de toalla, y sin ninguna explicación que justifique su presencia en esa casa.
Al terminar la novela nos preguntamos, ¿no es un drama el calentamiento del planeta y sus consecuencias? Es posible. Sin embargo, Ian McEwan transforma ese escenario en una comedia, de las mejores de su producción.
Léala ya.