El arte del parecido
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- Mercedes Ezquiaga
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Por Mercedes Ezquiaga - Agencia Télam
En la última década se multiplicaron, en el campo de la ilustración, profesionales dedicados al retrato, realizado tanto a mano como con la computadora, algo recurrente en editoriales, diarios, publicidades, productos y también como protagonistas de grandes exposiciones.
La reina del pop Madonna, el portugués José Saramago, el artista Andy Warhol, el deportista Tiger Woods, el cineasta Quentin Tarantino, la cantante de realitys Susan Boyle y el presidente italiano Silvio Berlusconi son tan solo algunas de las figuras retratadas, en imágenes reales o caricaturas.
Pensado para pasar sus páginas una y otra vez, sin perder de vista el deleite de la mirada, este libro reúne los exclusivos -y en muchos casos inéditos- retratos de más de 80 ilustradores de todo el mundo, como Aaron Jasinski, André Carrilho, Hanoch Piven, Anita Kunz, Jody Hewgill y Dugald Stermer.
Para dar una idea de la versatilidad y actualidad de la ilustración, la tapa de este precioso ejemplar incluye el retrato del joven y polémico creador de Facebook, Mark Zuckerberg, plasmada por el dibujante autodidacta belga Raphael Vicenzi, dueño de un estilo muy pop que combina colores fuertes con acuarelados.
“Cualquiera que sea la técnica que emplee, el retratista es capaz de representar su objeto de estudio contando algo y trascendiendo el simple acto de dibujar un rostro. De ese modo expresa la personalidad y la historia de la persona retratada, ofreciéndole al espectador la posibilidad de observar al sujeto de forma íntima y profunda”, desliza Wiedemann en el comienzo del volumen.
El prólogo del libro está a cargo del neoyorquino Steven Heller (1950), uno de los más destacados expertos en la materia de ilustración, para quien los retratos son “un vehículo del artista para la expresión de su opinión” y “su propósito principal es transmitir información”.
A lo largo del volumen, se desarrolla una amplia gama de técnicas, lenguajes visuales diversos y numerosos trasfondos culturales: así se pasa del retrato de Diego Maradona, “La mano de Dios” del mexicano Jorge Alderete, a las exuberancias del español Jorge Arévalo, reflejadas en la amplísima frente del jazzero Miles Davis o los labios carnosos de Amy Winehouse.
Coloridos, estridentes, psicodélicos, lánguidos, melancólicos, divertidos, tenues, hechos a mano, en computadora, con objetos, tejidos o sobre tela, los retratos aquí reunidos conforman un caleidoscopio de estrellas de cine, políticos, escritores, deportistas, artistas, reyes y modistas.
Algunos de los retratos más originales aparecen de la mano del estadounidense Jason Mecier, quien explica su técnica: “Me encanta confeccionar retratos de íconos de la cultura pop en 3D, con objetos como maquillaje, caramelos, píldoras, comida y cachivaches de celebridades”, dice. Aparece como ejemplo el actor Nicolas Cage, hecho con monedas, botellas, clips y otros elementos.
“Los rostros cuentan historias y, cuando es una buena historia, es un placer contarla con mi propio lenguaje”, atina a decir el ilustrador alemán Henrik Abrahams, con una idea que claramente sobrevuela todo el volumen.
Tres ilustradores argentinos integran esta nómina cosmopolita: entre ellos, Patricio Oliver, quien mixtura un costado naif con otro mucho más oscuro, y Pablo Lobato, un combo fascinante de colores estridentes, rostros geométricos y figuras flaquísimas a través de Stevie Wonder, Bob Marley, Julia Roberts, Michael Jackson, James Brown, Leonardo Di Caprio y el Che Guevara.
El compatriota Augusto Costanzo también se destaca por su personal estilo: no sólo retrata a Joe Black en la película Escuela de rock, o a Sofía Loren, bandera en mano, en representación de la libertad, sino también pequeñitos cuerpos de grandes rostros para ilustrar la Copa del Mundo 2010: Lionel Messi, Cristiano Ronaldo, Diego Forlán, Kaká y otros jugadores de fútbol. (Télam)