La provincia de Buenos Aires, eje de un minucioso repaso histórico
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¿Cómo era el territorio bonaerense cientos, miles de años atrás, en el origen de los tiempos? ¿Hasta dónde llegaba
el Océano Atlántico? ¿Cuál era su aspecto físico y cuáles fueron sus transformaciones desde entonces hasta hoy? ¿Cómo se modificó el clima? ¿En qué momento llegaron los primeros pobladores y cómo evolucionaron las corrientes migratorias desde el siglo XVII hasta ahora? ¿Qué alteraciones sufrió el medio ambiente a lo largo del siglo XX? En la “Historia de la provincia de Buenos Aires”, colección de dos tomos dirigida por Juan Manuel Palacio, todas esas preguntas y otras tantas tienen su respuesta específica.
El primer tomo, titulado “Población ambiente y territorio” y dirigido por Hernán Otero, es una mirada de largo plazo sobre el territorio bonaerense y saca a la luz aquello que se suele olvidar. La obra se estructura en tres partes que presentan la historia geológica, climática y ambiental. Así, se alude al crecimiento y la dinámica demográfica y se traza un análisis de las principales poblaciones
que marcaron el devenir histórico de la provincia: la indígena, antes y después de las sucesivas invasiones blancas; la negra esclava y la inmigración europea. Todo ello sin olvidar la evolución de las zonas rurales, la emergencia y consolidación del sistema urbano y
las migraciones de los países limítrofes.
Escritos en estilo ágil y claro, los capítulos suministran una actualizada visión de conjunto de los principales resultados e interpretaciones producidos en cada campo temático.
Profesor y licenciado en historia por la Universidad Nacional del Centro y doctor en Demografía y Ciencias Sociales por la Ecole des Hautes Etudes en Sciences Sociales de París, Otero ofrece una manera novedosa de pensar la historia, enriquecida por los saberes de disciplinas diversas.
El segundo volumen, “De la conquista a la crisis de 1820”, dirigido por Raúl Fradkin, refiere que, cuando comenzó la conquista española, Buenos Aires era un territorio apenas habitado por los pueblos originarios de la región. En otras palabras, no era un lugar estratégico ni una zona cuyas virtudes y riquezas descollaran. Era, en cambio, una joya más para la corona española, que en el siglo XVI luchaba por extender sus dominios en el territorio americano.
Desde aquel momento hasta 1820, la actual provincia de Buenos Aires vivió el proceso histórico que fue delineando su perfil. Los largos años de la Colonia, la formación del Virreinato del Río de la Plata, el auge y el declive del imperio español, las invasiones inglesas, la convivencia y las batallas con los indios y el breve e intenso momento de la Revolución de Mayo, que cambió la relación de fuerzas y abrió las puertas a un nuevo proyecto, formaron parte de ese derrotero.
Fue en ese momento en que se establecieron las bases de la futura provincia. Porque la formación de una sociedad nunca es el resultado de un acto deliberado o de un acontecimiento exclusivo. Tampoco producto de un proceso lineal al que se le pueda atribuir un resultado inevitable. Es el corolario de diversos procesos históricos a través de los cuales se va gestando una forma peculiar
de organizar la vida social.
Fradkin es profesor de Historia por el Instituto Nacional Superior del profesorado Joaquín V. González y se desempeña como profesor de Historia de América de la Universidad de Buenos Aires e investigador del Instituto Ravignani.
“La historia de la Argentina se escribió en gran medida con la vara de Buenos Aires (ciudad y provincia) e, inversamente, la de la provincia de Buenos Aires fue escrita con la vara de la nación. Y si lo primero marcó a fuego la historiografía nacional, imprimiéndole un sesgo interpretativo muy notable, lo segundo afectó en forma decisiva a la historiografía de la provincia, haciendo difusa su identidad, débil su consistencia y escasos sus temas propios, dándose la paradoja de que a la provincia más importante del país le ha sido difícil escribir su historia de una manera distinta y contundente”, asegura Palacio en el prólogo de la colección. Y avisa que ese simple señalamiento plantea el dilema que recorre los volúmenes de esta obra colectiva.