Secretos y mentiras
- Periodista:
- Eugenia Almeida
- Publicada en:
- Fecha de la publicación:
- País de la publicación:
Barry Fairbrother, miembro del concejo parroquial, muere de modo imprevisto. La vacante en el concejo hace recrudecer una lucha política sobre los límites de la ciudad que pone en juego las fronteras sociales y los prejuicios de clase.
La historia teje la vida cotidiana de un grupo de familias afectadas por esa muerte, recreando un círculo asfixiante que se retroalimenta de chismes y paranoia.
“En un sitio tan pequeño como Pagford uno se tropezaba continuamente con todo el mundo”, dice una de las páginas del libro. El verbo utilizado no es casual. La mayoría de los personajes percibe a los demás como obstáculos en su camino, presencias que vienen a molestar, a postergar, a impedir. La vida en comunidad se vuelve una guerra –a veces soterrada, a veces explícita– para combatir a los otros, para que el mundo se ajuste a los propios deseos.
Y en medio de esa guerra están los habitantes de la barriada que algunos quieren excluir. Las calles de la pobreza, los dealers y el abandono por parte de un Estado burocrático y lento que también funciona en base a categorías, prejuicios y estereotipos.
El infierno son los otros
Rowling parece darle un nuevo sentido a la vieja frase que dice “la familia es la base de la sociedad”. Si estas son las familias que tenemos ¿cómo podríamos no tener esta sociedad? Indiferencia, desprecio, violencia, abandono, cobardía, crueldad y silencio. Desgracias que van acorralando a los niños. ¿Y cómo reaccionan ellos? Ninguna visión idílica. Algunos despliegan una crueldad más feroz que la de los adultos, otros una indiferencia hecha de furia, otros el callejón de la autoflagelación. Niños que crecen en un campo de batalla, disimulado puertas afuera. Que van a la escuela a escuchar mentiras sobre el mundo, que oyen a maestros y asistentes sociales diciendo lo que deben decir sin que el desfasaje con el mundo real les parezca una contribución al desastre. Niños que vuelven a casas donde la guerra continúa, donde el malestar y la crueldad son cotidianos, donde las conversaciones familiares son el territorio del sacrificio, donde hay que aprender a caminar en un campo minado.
Vivir para contarlo
Los personajes asisten a lo que pasa pensando en cómo van a relatarlo, a quién, con qué estrategia, cuándo. Rowling nos hace reflexionar sobre qué significa “contar algo”. Cuánto de nosotros hay en lo que contamos y en el modo en que lo hacemos. Cómo puede crearse un abismo entre los hechos y su relato y cómo éste último puede tener más fuerza que lo sucedido.
Lo que cuentan los personajes está construido desde la lógica de un mundo poblado de categorías y no de personas. Se fuerza la realidad hasta que encaje en lo que necesitamos creer, se tergiversa, se desdibuja. Pero no es la lengua la que miente. Es más atrás, antes: es el ojo, sobresaturado de prejuicio, el que ya no ve. Crea. Y en este acto de creación los juicios, las opiniones y las críticas son el aceite que permite funcionar al engranaje de condenas. Condenas tan tajantes y definitivas que alguien llega a considerar a una muerte natural como una especie de justicia que viene a poner “las cosas” en orden.
Rowling construye detalladamente la trama y se permite momentos en los que el humor, como un relámpago, sobresalta e ilumina para retirarse enseguida. Con el recurso narrativo de que “todos tenemos un muerto en el placard”, la autora inglesa habla sobre la ausencia, los secretos, las deudas, las mentiras, las promesas, los rumores, la hipocresía y los lazos que un vacío imprevisto puede revelar.
Eugenia Almeida
FICHA TÉCNICA
Título: Una vacante imprevista
Autor: J. K. Rowling
Editorial: Salamandra
Páginas: 608
Precio: $150
Sinopsis: La muerte de un miembro del concejo parroquial de una pequeña comunidad inglesa funciona como detonante de una serie de conflictos sociales y familiares atravesados por los prejuicios.