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En la comodidad de tu sala

Periodista:
Gonzalo Leon
Publicada en:
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Toda novela tiene su propósito, en el caso de Tres noches es contar dos historias: la primera es la de Susan y de la lectura que va haciendo de una novela que Edward le ha enviado después de años de separación, y la segunda es la novela misma, llamada Animales nocturnos, en donde el pusilánime Tony Hastings sale de vacaciones con su familia y es emboscado por tres hombres, que violan y asesinan a su mujer y a su hija adolescente. El propósito de la novela es que ambas historias se comuniquen sutilmente: que la lectura atenta de Susan se compenetre con la prosa de Edward, y de lo que no pudo ser en un plano se pase a lo que puede ser. En otras palabras, las posibilidades del relato.

            
Antes es preciso aclarar que Austin Wright es un escritor y profesor estadounidense, nacido en 1922 y muerto en 2003, es decir, se trata de un contemporáneo a Jack Kerouac. De ahí que la novela de Edward tenga algunas cosas de En el camino, pero también otras deLa fuerza bruta, de John Steinbeck, y de A sangre fría, de Truman Capote. Esta suma no hace que Tres noches sea mejor que ellas. Y quizá aquí radique su problema. Hay una ambición por ir sumando pequeñas historias, tonos de relato y sobre todo páginas, porque el autor tiene una obsesión, que se traduce a ratos en precipitación, por contar, cosa que se hace evidente: “Era como si contar la historia lo pusiese a salvo”, “La historia ha tejido alrededor de su silla una suerte de telaraña” o “No: escribes para rehacer a tu modo las historias que hay en tu vida”. Si bien estas tres frases son posibilidades del relato, en el caso de esta novela habría que marcar “todas las anteriores”.

 

El elemento más logrado de esta novela, elogiada en su momento (1993) por Saul Bellow, es su apelación al paradigma civilización/barbarie. Edward escribe una historia en donde todo lo malo que le puede pasar a su protagonista sucede fuera de la civilización, en una carretera o en un pueblo abandonado, y Susan recibe toda esa barbarie dentro de la tranquilidad de su hogar. Es aquí donde Tres noches exhibe su mayor mérito: señala el circuito en donde la literatura encontraría las condiciones para desarrollarse. Esto es desde la comodidad de tu sala.