Riverside Agency

Realizar una búsqueda avanzada +

Ingresar

¿Olvidó su contraseña? Haga click aquí

Pablo Bernasconi explica los secretos de su arte

Periodista:
Publicada en:
Fecha de la publicación:
País de la publicación:
  • Descripción de la imagen 1

Lo de el jueves por la noche no fue un punto de partida sino un final. Tal y como refiere el nombre del libro "Finales", el cual es una forma de conjurar una vieja obsesión de su autor el diseñador, ilustrador y escritor Pablo Bernasconi: empezar sus lecturas por la última página.

"Finales" es una consecuencia de un pasión tanto por los libros como por las líneas postreras compartidas por el escritor de turno. Bernasconi tiene por costumbre asistir a la obra cuando el telón ya ha bajado o se encuentra en proceso "de". De modo que cuando uno lo descubre en una librería hojeando libros posiblemente se enfrentará con la extraña situación de un hombre fisgoneando los patios traseros de la literatura del mundo. Los finales lo pueden, lo abruman y, por motivos que a caso él mismo ignora, lo incentivan a buscar respuestas en un inexistente más allá. ¿O lo hay?

Bernasconi es uno de los mejores ilustradores de este país y su carrera se encuentra poblada de obras sobresalientes. Sus libros para niños forman parte de los nuevos clásicos de la literatura infantil. Pero uno podría aseverar que todo libro es un libro para el niño que el adulto lleva en su interior o lo contrario.

"Quisiera explicar los nutrientes con los que trabajo", le contó al agradecido público que se reunió en un salón de hotel Llao Llao para asistir a la presentación del libro que concluye una trilogía que completan "Retrato" y Bifocal". Resultó una clase magistral de cómo se cocina la obra de este fantástico artista. Una especie de lección impensada, de tour a través de su producción y de los personajes que pueblan su mente. "Descreo profundamente del talento, creo en la disciplina, en la perseverancia", dijo el autor.

Esos nutrientes son tantos que no caben en un mismo plato. Son actores, pintores, músicos, escritores, monstruos y criaturas que han nacido de la imaginación ajena para luego adquirir el "pulso Bernasconi". Alguien escribió por ahí que la "cultura es la memoria de la inteligencia de los otros". Seguramente Bernasconi no se opone a ese concepto que viene al caso.

"Cuando uno tiene o toma una idea queda pendiente la decisión de cómo continuarla. Yo espero que en mi trabajo no haya nada por sobre la idea", señaló Bernasconi quien en distintos momentos de la noche tuvo miedo de quebrar la sintonía que tan bien se desarrolló entre él y sus lectores. Porque lo que el autor de "Finales" intentó hacer utilizando los medios a su alcance fue dar a conocer la geometría del arte que lo define como creador. De volcar sobre una mesa de trabajo las piezas involucradas de manera tal que resulte más o menos accesible a todos.

Es así que el diseñador mostró sus cuadernos de trabajo, sus bosquejos, los raros, curiosos o desopilantes bosquejos de lo que luego muta hasta convertirse en una obra y la obra en otra, un libro por ejemplo. "Los libros son un experimento catártico", indicó.

Su charla estuvo amenizada por un ambiente cálido y por delicatessen que entraban y salían de la sala. Inteligente combinación de artes. De un lado la plástica, digital o física, del otro, la cocina en sus versiones menos formales.

Uno de sus hijos sirvió a modo de ayudante casual. Durante las explicaciones se cruzó una y otra vez por la pantalla generando situaciones muy cómicas. En un momento el propio ilustrador bromeó diciendo: "¿Es que este chico no tiene madre?". A lo cual su hijo respondió desde abajo, "papi mi papá sos vos". La gente estalló en carcajadas. Este pequeño entremés es un símbolo acabado de los mundos que convergen en la pluma de Bernasconi. La disciplina, el talento y el fulgor infantil que hace de sus trabajos objetos luminosos.