“Lo políticamente correcto es el último tabú"
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¿Qué haría usted si su hijo hubiera cometido un crimen?¿Ocultaría las pruebas o lo denunciaria? ¿A qué lellamamos amor?
Herman Kochabordó esta zona donde no siempre lo“mejor” es lo “correcto”.
Su novela desató en Europa un debate acerca de estas yotras cuestiones como la ética de las clases acomodadas.
–En su última novela usted aborda el tema del amor paternal y sus alcances, ¿cuál fue la génesis de este libro y qué hecho –si hubo alguno– lo disparó?
Unhecho real aquí, en Barcelona, donde vivo, en el quedos chicos ‘muy normales’ y de clase media mataron más o menos de lamisma manera que en la novela aun indigente. Chicos con quienes te puedes identificar,podrían haber sido mis hijos, pensé.
–A través de la cena se reconocen arquetipos del hombre moderno de un modo inusualmente visual, parece una película, ¿fue deliberado?
A mí me gustanlos libros –tanto para leer como para escribir– en que hayalguna connotación con el cine. Sobre todo en el modo en el que comienza una escena o en el que termina, más queen las explicaciones o descripciones. A la vez, casi nuncahago descripciones “físicas”, es más interesante que ellector reconozca un arquetipo a través de sus palabras ysus gestos.
–Es interesante cómo desarrolla la voz narrativa, y, a través de esta, el lector puede acceder al pensa- miento de cierta clase acomodada europea. Hace pensar en cómo puede germinar un pensamiento nazi, una “raza superior”, ¿cómo percibe usted a esta sociedad?
¿Cree que, en efecto, cierto compor- tamiento, cierta postura frente a la realidad, genera un neonazismo?
No quiero ir tan lejos en afirmar queel protagonista tiene tendencias neonazis, pero sí, es unrebelde contra una sociedad demasiado contenta consigomisma. También creo que los cuatro padres se sientenen cierto modo superiores a las clases más bajas, por laposición económica que tienen o tal vez también porqueno están acostumbrados a situaciones en las que no tienenel poder.
–¿Piensa que la indolencia y la locura están enmascaradas en lo “políticamente correcto” en la realidad europea de hoy?
De alguna manera o de otra,lo políticamente correcto es el último tabú. Los políticosen general, pero también la gente “normal”, tienen latendencia de asustarse de todo lo que parece “incorrecto”,olvidando a la vez que lo incorrecto de hace un siglopuede ser correcto hoy (y otra vez incorrecto mañana).
–¿Cree que lo tribal aún activa la conducta de sociedades aparentemente muy lejos de lo primitivo?
Sí, en gran medida. Una sociedad civilizadatiene la tendencia de reprimir todo lo que parece tribal yprimitivo, hasta hoy en día, incluso, en las guerras. Peroun padre que defiende a su hijo sigue su instinto, aunquetendrá que matar (o dar su vida). Para ser civilizado hayque luchar contra los instintos, pero en situaciones de vida o muerte están inmediatamente allí
.–¿Cuál es el remedio para una sociedad enferma que en nombre del amor puede perpetrar crímenes, entre otras cosas?
No lo sé, de verdad. Creo que ensituaciones de peligro exterior (una invasión de un paísvecino por ejemplo), o bajo una dictadura, este tipo decrímenes ocurren menos. ¿Pero qué queremos? ¿La guerra o una sociedad en paz donde la gente a menudo se aburre?
–Es inevitable, luego de leer su novela, preguntarse qué hubiera hecho uno en esa situación, ¿usted se lo preguntó? ¿Qué sacó en limpio?
Con esta pregunta he empezado a escribir. En el principio pensé que haríatodo por mi hijo (todavía lo creo), pero en la manera deayudarle a escaparse de la justicia. Después de terminarno estaba tan seguro. Animarle a entregarse a la justiciapuede ser otra manera de ayudarle.
–¿Qué habilita el amor paternal?
Creo que a vecesel amor paternal nos pone en conflicto directo con lasociedad (con el colegio, los otros padres, las autoridades).Pero nos deberíamos preguntar permanentemente si esteamor paternal puede también hacer daño a nuestros hijos.
–¿Está trabajando sobre otra novela? ¿Nos podría contar algo de ello?
La próxima novela, que se publicaráen España en mayo de 2012, se trata de un médico que“por accidente” ha matado a un paciente. Pero muy prontovamos a descubrir que no había nada accidental en ello.¿Por qué lo ha hecho? Y nosotros nos podemos preguntar,¿haríamos lo mismo en su caso? Otras preguntas moralesbastante incorrectas, por supuesto.