Una historia de San Francisco escrita por Hermann Hesse
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Publicado por la editorial Edhasa, el libro escrito por Hesse en 1904 estaba inédito en español, pero la ola de popularidad del primer Papa latinoamericano ha puesto en foco la vida de un santo cuya vida fue transmitida de manera oral de generación en generación.
El Premio Nobel de Literatura quedó cautivado desde un principio por la figura del `poverello` de Asís, que vivió entre 1181 y 1226. Había nacido en una familia acomodada, su padre era comerciante y su madre -Domenica Pica- pertenecía a una familia noble de la Edad Media.
Antes de tomar una decisión es probable que el joven Francisco haya sido influenciado por un cierto espíritu de época: "Con el florecimiento del libre urbanismo y de la cultura burguesa-ciudadana se despertaron fuertes necesidades nuevas -escribe Hesse- a las que la Iglesia no supo corresponder (...) Un ardiente deseo de instrucción y consuelo, de transmisión e interpretación del Evangelio colmaba todas las almas".
También, advierte el escritor, "eran los tiempos en que resonaban las primeras canciones de los trovadores, y un soplo de ellas conservó Francisco de por vida; la necesidad de una cierta exaltación poético-artística de la vida y de su valor nunca volvieron a abandonarlo del todo".
Las novelas del autor alemán están marcadas por una búsqueda espiritual ("Demian", "Siddhartha", "El lobo estepario"), pero es en su primera novela "Peter Camenzind", donde el protagonista, gran admirador de San Francisco terminará por dedicarse a los más necesitados.
Cuenta Hesse que en 1210, "cuando Francisco ya contaba con un pequeño número de discípulos, se dirigió a Roma y le pidió al Papa que confirmara a su joven congregación (...) Su orden se convirtió por siglos en fuente y hogar de los verdaderos predicadores populares y en uno de los pilares más confiables y poderosos de la Iglesia romana".
Y resalta el profundo amor del Santo por la naturaleza, donde radica "el misterioso hechizo que Francisco ejerce aún hoy, incluso sobre personas indiferentes a la religión".
No habían pasado ni dos años de su deceso cuando tuvo lugar, en julio de 1228, la santificación por parte de Gregorio IX; simultáneamente, "se colocaron los cimientos de la iglesia de Francisco en Äsís, que puede considerarse en cierto modo como el lugar de nacimiento del gran desarrollo artístico de Italia", enuncia el escritor.
El libro incluye, además, una serie de fábulas inspiradas en las enseñanzas de Francisco a sus discípulos, que comenzaron a circular cuando él todavía vivía y que fueron resignificadas con el paso del tiempo: "Estas historias, casi sin excepción de una ingenuidad folclórica y una frescura vital, fueron recopiladas en Umbría por primera vez en el siglo XIV bajo el nombre de `Fioretti di San Francesco`".
"Las Fioretti -define Hesse- constituyen el monumento más hermoso y perenne que jamás haya erigido a un gran hombre la literatura de su pueblo".
Además, el libro incorpora un cuento donde el autor imagina la infancia del santo, escrito en 1919. Y por último un ensayo sobre la influencia que la vida del santo ejerció sobre el escritor, a cargo de Fritz Wagner.
"Desde el Medioevo hasta el presente, la figura de Francisco de Asís ejerció una enorme fascinación sobre las artes plásticas y la literatura. En la literatura moderna, la resonancia del `pater seraphicus` se articula de manera especialmente polifacética", afirma Wagner.
El ensayista involucra, entre otros autores a "la ideología y la mística de Rainer Maria Rilke", "la apología cristiana de Gilbert Keith Chesterton" y "la cosmovisión ético-estética de Hesse".