Caparrós se vacía
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Le incomoda al novelista y cronista Martín Caparrós (Buenos Aires, 1957) defender en público su última novela, Comí (Anagrama). Le pone "nervioso" dice, hablar de este "libro raro". Quizá sea la dificultad de definir algo que podría ser un ensayo sobre la relación entre la comida y el cuerpo pero que acaba siendo una novela que sucede durante los tres días que un Martín Caparrós ficticio pasa antes de poder vaciar completamente su tracto digestivo para someterse a una colonoscopia. Esas décimas de segundo en las que se detiene tras darse cuenta de que ha pronunciado expresiones como "rectitud" o "desembocar". Algo tiene de incómodo el comer (en su extensión, desde el sacrificio de un animal hasta el deshacerse de lo comido).
Definición
La cocina es "un cosmos ordenado", "un mundo con recetas". El asado argentino, una "misa, hecatombe, última cena". La virtud, que residía en "cerrar la concha", pasa ahora por cerrar la boca al humo, al alcohol, al exceso de calorías. El pedo es "la memoria", el recuerdo de que en nuestro interior "pasan cosas", muchas. Reflexiones del escritor argentino Martín Caparrós, o del Martín Caparrós ficticio (estamos también ante una sátira de la literatura del yo; no es él pero se le parece a veces porque, bromea, "la gente nos parecemos mucho"), pero sin llegar a ser partes de una hipotética tesis sobre cuerpo y comida.
Aunque, plantea, es extraño que lleguemos a realizar un acto unas 60.000 veces en nuestra vida sin llegar a tener alguna teoría sobre ello. 60.000 veces, claro, si vives en el lugar adecuado: de hecho, su próximo libro trata sobre el hambre. El no tener qué comer pero también el imparable incremento de las diferencias en las dietas de ricos y pobres. En un factor de distinción social (a lo que contribuye la crítica gastronómica, como la que ejerció el Caparrós real), encargada de convertir la cocina de un "saber común" en un "coto de especialistas".
Aunque la peripecia del personaje da también para hablar no solo del comer sino de la relación del paciente con la maquinaria médica. Con el poder médico, el de alguien que sabe más que tú "sobre algo que supuestamente es tan perfectamente tuyo como tu cuerpo".
Tabú en algunos países
Hablar de lo que le acaba sucediendo al Martín Caparrós de la novela después de ingerir la sustancia adecuada para que el proceso se desencadene es tabú en determinados países, un proceso fisiológico del que se conversa o bromea de una forma extrañamente franca en otros (o sea, aquí). ¿Y en Argentina? Más bien no. Existen, explica, una gran cantidad de eufemismos para sortear el tema. Quizá sea eso una explicación de la incomodidad del Caparrós real con el libro. Y hablando de ello, y de las relaciones entre comer y el sexo, que no ve especialmente relevantes, Martín Caparrós cae en una cosa. Ya sabía él ir presentando su última novela le iba a dar problemas. Pronto viajará a Colombia, y de repente se da cuenta de que el título, Comí , se puede interpretar también como otra actividad carnal que nada tiene que ver con el asado de tira.
© El periódico de Extremadura