Hasta luego
- Periodista:
- Lucas Cremades
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Un día del año 1976, cuando un calor sofocante asola la ciudad de Londres, el padre de una familia compuesta por su esposa y sus tres hijos adultos –quienes ya tienen su vida hecha, o deshecha– sale a comprar el diario y nunca vuelve. La desaparición será como un gran iceberg que se irá derritiendo con el sol a medida que la novela transcurra.
El arte en general goza de ciertas particularidades para lograr trasmitir esa sensación que se abre cuando un sonido o una pintura alcanzan una belleza profunda. En el caso de la literatura, sucede algo similar. Existen narraciones que enaltecen la cotidianeidad del lector. A quien nunca le resultará fácil detener la lectura. Maggie O’Farrell –una de las voces más sobresalientes de la actualidad literaria del Reino Unido– cumple con los atributos de los grandes novelistas. Poco importan aquí las cuestiones climáticas y las instrucciones. El desarrollo corre de manera casi cinematográfica: diversas cámaras nos muestra cada arista de cada uno de los integrantes de esta familia londinense. O’Farrell –periodista y escritora de origen irlandés– describe de manera deliciosa el mundo interno por el que se moverán los protagonistas y arrima la historia hacia el límite más lejano, acorralando el vilo del lector hasta el final. La ausencia del padre –hombre metódico si los hay– se vuelve tan presente, tan tangible, que hará que todos vuelvan a plantearse lo dicho y lo que se han callado. Incluso, acerca del amor. A pesar de –y como consecuencia de– la maternidad y la hermandad, entre tantas otras realidades inevitables.