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Argentina nuclear: el sueño que no nafragó

Periodista:
Luisa Beatriz Futoransky
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Doctor en Física, profesor universitario y buceador riguroso de la historia de la ciencia en nuestro país, el mendocino Diego Hurtado acaba de publicar "El sueño de la Argentina atómica" (Edhasa). Se trata de una muy bien argumentada investigación que desmaleza con rigor en manejo de fuentes y reflexiones el proceso de desarrollo de una tecnología capital-intensiva que, de hecho y como señala el autor, tiene como paradigma el no haber "naufragado en los remolinos de algún golpe militar o crisis económica". O sea, la política nuclear como política pública que, más allá de coyunturas muy puntuales, se mantuvo en el tiempo a lo largo de más de 60 años con contenido positivo. "Una trayectoria lo suficientemente nítida como para merecer la categoría de excepción", señala Hurtado, quien conversó con Debates.

-¿Cómo es posible que la Argentina lleve casi 70 años de política de desarrollo nuclear con un sesgo positivo, no lastimado más allá de coyunturas puntuales, tan severamente como para desarticularlo? -reflexiona Hurtado y acota:

-No hay una única respuesta. Pero la convergencia de todas me parece que se resume en lo que digo en mi libro: fue posible y lo es porque desde el inicio de ese proceso, finales de los 40 y comienzo de los 50, tomó forma una "cultura nuclear". Ya en el campo de lo organizacional, de lo material, del discurso que fue consolidándose desde lo institucional e incluso desde lo simbólico, esa cultura alentó el surgimiento de iniciativas que generaron un sistema tecnológico que fue desbrozando caminos y así se fue caminando y caminando. No sin dificultades, no sin avances, pero caminando.

-Por el horror que implicó, no se puede hablar de Hiroshima en términos neutros. Pero Hiroshima relegó, a condición de piezas de museo, todo un mundo en materia técnico-científica. ¿Qué fue para aquellos inicios de la política nuclear argentina?

-No fue, por lo pronto, estímulo a avanzar en línea a fabricar un arma atómica (ver más material en estas páginas). Nada de eso. Pero Hiroshima -Nagasaki ponen en escena potencia energética direccionada al horror, sí, pero posibilidad energética. Y es en estos términos que ese hecho se reunifica en la comunidad científica argentina de aquellos inicios. De la mano de los proyectos industrialistas que alienta el poder militar desde la década del 30 y cuyos fogoneros, entre otros, eran los generales Savio, Mosconi y que se retroalimentan con Perón con quien nace, en 1950, la CNEA, luego la Dirección Nacional de Energía Atómica y la fusión posterior de estos dos planos es la cuna de la actual CNEA. Todo este arco institucional-organizativo direcciona su accionar a la contracara de Hiroshima - Nagasaki: la energía nuclear.

-De su libro se desprende que esta política encuentra respaldo en un desarrollo de la ciencia argentina que se venía complejizando en cuanto a sus contenidos o diversificando. ¿Cómo es ese tránsito?

-En realidad, y desde antes de los 40, la comunidad científica argentina se organizaba, al menos en su plano más expresivo, activo, alrededor de la medicina e incluso la química. Grupos pequeños, pero con decisión de investigar. No había déficit de otros espacios de desarrollo científico, pero esa comunidad era la realidad más elocuente en términos de ciencia. Pero la física, por caso y dada la importancia que tiene para el desarrollo nuclear, estaba a la zaga de ese proceso. Los físicos eran un puñado, y lo siguieron siendo cuando en 1944 fundaron la Asociación Física Argentina. Eran tan pocos que, digamos, para hacer número se incluían a estudiantes avanzados. Cuando ya se creó la primera CNEA, o sea en el 50, ya la cultura de investigación era interdisciplinaria: geología, ingeniería, química. De ahí en más, historia conocida. Y una historia muy rica en aportes para el país.

-Usted analiza el lapso formativo y de desarrollo de política nuclear 1945 - 2006. Se extrae que todos los procesos políticos y de facto hicieron sus aportes positivos a ese desarrollo, con sus más y sus menos. En ese marco, ¿qué gobierno no le puso definido entusiasmo a esa política?

-El menemismo. Incluso apuntó a desguazar la CNEA, privatizar algunos de los procesos técnicos que hacen a la política nuclear e incluso condicionar presupuestariamente al Invap. El menemismo transformó ciencia y tecnología en moneda de cambio para buenas relaciones con los Estados Unidos, por caso. Fue un tiempo muy complejo para la política nuclear.

-El proyecto Huemul o Proyecto Ronald Richter fracasó estrepitosamente y fue un estigma para Juan Perón que lo alentó, fogoneó y acarició con distintos tipos de sueño. El científico Mario Mariscotti ha publicado hace años un trabajo muy - al menos eso parece- riguroso sobre el tema. ¿Pero no dejó nada ese proyecto como saldo positivo?

-El libro de Mariscotti es probablemente el más importante sobre ese tema. Su clave es una lectura básicamente muy negativa de ese proceso con algún corolario de lo positivo, que se centra en la existencia de una comunidad científica pujante, y lo negativo a un gobierno irresponsable. Y, es cierto, hay un componente muy negativo en ese proyecto que fue clausurado en noviembre de 1952. Yo señalo en el libro que la historia de Richter ha ejercido una atracción poco común. Acá tengo el libro, le leo. Yo digo que "desde hace un tiempo, en ámbitos donde la tensión peronismo-antiperonismo no nubla el pensamiento, el nombre del físico austríaco parece estar disputando un lugar como exótico pionero en la temprana historia de la fusión controlada". Incluso en estos últimos años, en los Estados Unidos, concretamente en la Universidad de Nevada, se ha reconocido que algunas de las ideas de Richter eran novedosas.

-Pero...

-Perón se encuentra con un mitómano, Richter. Hace una apuesta muy importante desde el Estado en materia de inversiones y, sí, es una apuesta estéril, equivocada. Hubo una falta de capacidad del gobierno de evaluar la calidad y factibilidad de ese proyecto. Pero no es menos cierto que para ese tiempo, y por largo tiempo, esa incapacidad ha sido una cultura estructural en América Latina en relación con tomas de decisiones en distintos planos de carácter tecnológico y científico. Tomo el caso de la política nuclear de Brasil, que conozco por seguir su historia, sus más y sus menos. En este campo, por ejemplo, Brasil cometió un error ya no porque se cruza con un mitómano, sino porque un premio Nobel de Física norteamericano -Isidor Rabi- tenía intereses en venderle determinados procedimientos -sincrociclotrones- y Brasil los compra. Invierte mucho, dinero ingente, y jamás Brasil los pudo poner a funcionar... Este proceso y el de Richter son diferentes, es cierto. Pero de ellos se puede extraer una moraleja: a fines de los 40, cuando los dos países más grandes de Sudamérica dibujan y crean sus políticas nucleares, no tuvieron la capacidad para evaluar factibilidades, capacidades, para llevar adelante determinadas decisiones sobre tecnologías muy complejas. Sin embargo y yendo a su pregunta, también es cierto, en este tipo de procesos, los momentos iniciáticos que fueron aquellos finales de los 40 para Brasil y Argentina en materia de política nuclear.... bueno, también había que correr riesgos. No estoy justificando el derroche de recursos, no. Digo que para reflexionar estos temas hay que tener miradas muy integrales, incorporar matices. Entonces si nos detenemos en el proyecto Huemul y ahí nos quedamos, bueno sí, fracasó. Pero si levantamos la mirada sabremos que con el proyecto Huemul o Richter se dio forma a mucho de lo que hoy es la política nuclear argentina, la CNEA. Y no es poco, por supuesto. No es poco lo que han hecho en todo este proceso hombres como Jorge Sábato, Papadopulos, los almirantes Pedro Iraolagoitía, Oscar Quhillalt, Helio López, Carlos Castro Madero, los conductores civiles de la CNEA durante la democracia y cientos de técnicos, científicos, trabajadores de la empresas privadas vinculadas con el sector

-No se olviden del Invap.

- ¡Cómo olvidarse!...

-A ver si le disparan un misil. Mire que son eficientes.

-¡Cómo olvidarse del Invap!...