Riverside Agency

Realizar una búsqueda avanzada +

Ingresar

¿Olvidó su contraseña? Haga click aquí

Proteccionismo económico, una larga historia

Periodista:
José Carlos Chiaramonte
Publicada en:
Fecha de la publicación:
País de la publicación:
  • Descripción de la imagen 1

Pero la primera versión conocida de esta norma que buscaba evitar la salida de la moneda fuerte -que un economista denominó balanza de comercio individual- había sido adoptada en Venecia en la Edad Media, en la primera mitad del siglo XIV, y luego en otros estados europeos.

A lo largo de la historia la regulación del comercio exterior por los gobiernos ha sido un recurso permanente , aunque no siempre con similares características. Una de las herramientas principales para controlar el comercio exterior fue el uso de las tarifas aduaneras. Pero a medida que la complejidad de las economías crecía, las formas de esa regulación se hicieron más variadas. Incluso, paradójicamente, el mismo librecambio sería juzgado como herramienta protectora de las economías más fuertes. Para el Alberdi de los Escritos Póstumos , el librecambio era el proteccionismo británico de su época.

Que las economías más liberales del siglo XX, como Inglaterra y los Estados Unidos, afianzaron sus etapas iniciales con políticas proteccionistas no es un secreto. Y que en situaciones de crisis, el proteccionismo les es siempre una tentación, está a la vista en los días que corren.

Proteccionismo y librecambio son recursos permanentes, cada uno con ventajas y desventajas, que cada país utiliza en función de sus intereses. Por eso, tanto la ortodoxia liberal como la proteccionista no reflejan la realidad de la historia de la política económica.

Los ejemplos del pasado deben ser evaluados en función de su contexto histórico (y sin confiar en que nos proporcionarán recetas para el presente) Con tal precaución, puede ser útil observar experiencias históricas para comparar con las de la actualidad. Por ejemplo, en el caso del nacionalismo económico argentino de la segunda mitad del siglo XIX, es de interés percibir el temor al riesgo de condicionar la prosperidad del país al éxito de algunos bienes exportables , temor cuyas consecuencias confirmarían las secuelas de la crisis de 1929. Pero, al mismo tiempo, se observa que el comportamiento de los inversores de capital fue en aquel entonces un factor de imposible control, pues la tentativa de modificar la estructura de la economía chocaba con la atracción de las altas ganancias de la producción rural. Escribía Estanislao Zeballos en 1881, exagerando el argumento, que mientras un capital invertido en el campo rindiera entre 25 y 50%, y el invertido en alguna industria sólo el 10, no habría industrias en el país.

Estas son referencias a un tema que excede la dimensión de esta nota. Existen otras facetas de lo ocurrido entonces que son interesantes para comparar con la actualidad -y no sólo, diría humorísticamente, en lo que atañe a los “vientos de cola” de entonces y de ahora. Pero a condición de que el análisis serio de los factores en juego y de los intereses en conflicto sustituya a la ingenua afición a una historia de héroes y villanos, que es mejor satisfacer en el cine de acción o en novelas policiales.

*Autor de “Nacionalismo y liberalismo económicos en Argentina 1860-1880” (Edhasa).

http://www.clarin.com/opinion/Proteccionismo-economico-larga-historia_0_650335018.html