Los dinosaurios son pura historia
Autor:
Averbach Margara , López Casenave Daniela
Editor: La Brujita de Papel
Colección: Libros del Ratón Nº 5
Cuando Alan y Rita decidieron buscar huesos de dinosaurios en el jardín de su casa, nunca se imaginaron que ese primer fracaso pudiera transformarseen el comienzo de una gran aventura. Los esperaba un asombroso viaje al Valle de la Luna, un hallazgo con mucho de magia y una nueva e inesperada amistad. Como en un delicado juego de cajas chinas, Márgara Averbach nos revela un cuento dentro de otro cuento, y al mismo tiempo despliega para nosotros un mundo de emociones y descubrimientos y pone en escena el mágico arte de contar historias.
Averbach Margara
Nací en Buenos Aires, Argentina, en 1957. De chica viví en el campo y ahora vivo en Lomas de Zamora. Soy Doctora en Letras y Traductora Literaria. Enseño literatura de los EE.UU. en la UBA y traducción literaria en el Lenguas Vivas J. R. Fernández y en el Lenguas Vivas Spangenberg. Me gusta escribir libros que yo soñé y también reescribir en castellano los libros que otros escribieron en inglés. En ese rubro, gané el Premio Conosur de Traducción de Unión Latina en 2007 y el Premio ALIJA a la traducción en 2010 por "Érase una vez una vieja que tragó una mosca gris". En 1992, gané el Primer Premio del Concurso de Cuentos para Chicos de las Madres de Plaza de Mayo con "Jirafa azul, rinoceronte verde"; fui finalista del Premio Emecé en 2003 (así se publicó "Cuarto menguante") y mi novela "Una cuadra" ganó el premio Cambaceres de la Biblioteca Nacional 2007. En 2011, me dieron el premio "Maestra Latinoamericana de LIJ" del año de "La Hormiguita Viajera" de la CONABIP.
López Casenave Daniela
Nació en un muy tranquilo barrio de Buenos Airesy en una casa llena de libros, música y clima de teatro. Pero ella eligió los lápices, los papeles, crayones, y acuarelas para pintar, dibujar y hacer esculturas desde muy pequeña. Un día de lluvia, una tarde calurosa de verano, el silencio de la noche, la casa de los abuelos o el patio de su casa, eran siempre buenos lugares y momentos para dibujar. Y así siguió hasta ahora. Se recibió de profesora en la Escuela de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón. Algunos años después le sumó a sus dibujos, las historias, y desde 2004 se convirtió en ilustradora infantil publicando sus trabajos en muchas editoriales argentinas. También ilustró tres libros más de Márgara Averbach titulados: La tela de araña, Estampida y Sin carozos, no hay duraznos.