Una historia llena de poesía y belleza, donde un chico y un dragón se sostienen la mirada y se enfrentan al miedo dispuestos a ver qué pasa. Todavía es casi de noche en la cuadra que separa mi casa de la escuela. Pero tomo coraje porque allí me espera el increíble Dragón salchicha. La primera vez que nos encontramos apareció de la nada. Lo sentí detrás de mí, escuché el avance de sus pasos y me aguanté la corrida, temiendo una dentellada por la espalda.