Julián era uno de esos chicos que odiaba el colegio, los deberes, los ensayos para los actos, las órdenes de las maestras. Y se pasaba los días quejándose como una vieja para no ir a la escuela. No solo se quejaba, sino que volvía loca a su mamá con innumerables demandas de MAAAA esto, MAAA aquello, MAAA… MAAA… hasta que un día le pasó lo que le pasó: se encontró diciendo MEEE, MEEE, MEEE… y totalmente transformado en una criatura lanuda, con cuatro patas y pezuñas. ¿Logrará Julián regresar a su forma original o ya nunca podrá volver a ser el mismo?